Un refrescante aperitivo de sabores sorprendentes
La trufa de verano se recolecta durante los meses más calurosos del año. En concreto, de mayo a septiembre podemos encontrar la Tuber aestivum, de aroma suave y sabor particular, ya que es más dulce que el de la trufa negra o trufa de invierno.
Este hongo permite numerosas elaboraciones, como arroces, risottos, pastas rellenas, ensaladas, y originales aperitivos, como las caracolas de trufa, aquí puedes ver la receta, o la propuesta que te sugerimos a continuación.
Esta original receta, publicada por Laurent Croizier en el año 2012, consiste en una gelatina de pomelo natural, trufa de verano y un crumble de queso parmesano. El crumble es una masa de harina, mantequilla y azúcar, si la receta es dulce, que se añade por encima de diferentes alimentos para conseguir un toque crujiente. Se cree que se originó en Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial.
Te proponemos una combinación muy fresca de sabores sorprendentes a modo de aperitivo antes de empezar con los diferentes platos.
La trufa negra de verano se encuentra en su mejor momento. Incorpórala a tus elaboraciones y disfruta de este manjar.
Ingredientes
- 2 pomelos
- 5 ml de jugo de trufa
- Sal
- Pimienta en grano
- 1 g de agar agar
- 50 g de harina de trigo
- 40 g de mantequilla
- 5 ml de aceite de trufa
- 25 g de queso parmesano rallado
- 50 g de nuez picada
- 1 trufa de verano
Elaboración
- Pelar uno de los pomelos y retirar sus gajos. Reservar.
- Exprimir el otro pomelo, colar el zumo y calentar en un cacito junto con el jugo de trufa, una pizca de sal, pimienta en grano y el agar agar.
- Cocer durante un par de minutos, removiendo con unas varillas.
- Cubrir el fondo del plato de presentación con el jugo y dejar enfriar hasta gelatinizar.
- Mientras tanto preparar el crumble. Para ello mezclar la harina con la mantequilla, el aceite de trufa, el queso parmesano rallado y la nuez.
- Extender sobre una bandeja de horno y cocer en el horno, precalentado a 180 ºC, durante 10 minutos o hasta que esté dorado.
- Cuando el jugo haya gelatinizado, cubrir con los gajos de pomelo.
- Espolvorear el crumble por encima y decorar con trufa de verano finamente laminada y unas hojas de menta.
¡Que lo disfrutéis mucho!
