Un clásico italiano para acompañar al diamante negro de la gastronomía
Popular de la gastronomía italiana, la focaccia es uno de los productos que nunca faltan en las mesas de los lugareños. Este pan, blando en su interior y crujiente por fuera, está elaborado con harina, levadura y aceite de oliva virgen extra.
Una de las características de la focaccia es que puede ser salada o dulce. Así, se pueden encontrar con tomates cherrys, con pesto genovés o rellenas de embutidos, y en versión sweet con cerezas, albaricoques o chocolate negro.
Ponle a este pan internacional un toque de trufa negra y disfruta de todo el sabor del diamante de la tierra: la Tuber melanosporum.
Ingredientes
- Trufa negra fresca
- Láminas de parmesano
Para la focaccia
- 250 g de harina de fuerza
- 25 ml de aceite de oliva virgen extra
- 10 g de levadura fresca
- 120 ml de agua templada
- 5 g de sal
- 3 ramas de tomillo limón
- 50 g de láminas de queso parmesano
- Sal en escamas
Elaboración paso a paso
En un bol grande, incorporamos la harina de fuerza, la sal, las hojas de tomillo limón, las lascas de queso y mezclamos. Formamos un agujero en el centro y añadimos el aceite de oliva virgen extra. Mezclamos con las manos hasta lograr que se integren todos los ingredientes.
Disolvemos la levadura fresca en el agua templada y añadimos poco a poco a la masa anterior. Amasamos bien hasta lograr una masa homogénea. Espolvoreamos en la mesa de trabajo un poco de harina y continuamos amasando enérgicamente. Dejamos reposar la masa en un bol tapada durante una hora y media.
Untamos aceite en una fuente apta para el horno y extendemos la masa con las manos. Clavamos las yemas de los dedos para hacer pequeños huecos. Pintamos con aceite de oliva, lascas de parmesano y hojas de tomillo.
Dejamos reposar una hora más y horneamos a 220 grados durante 25 minutos.
Terminamos con lascas de parmesano y trufa negra en láminas y rallada.
Trucos
Podemos sustituir el aceite de oliva por el aceite de oliva virgen extra con trufa.
Para laminar las trufas es conveniente tener una mandolina especial para trufas.
